Los consumidores de formación on line son un segmento cada vez mayor del mercado de la formación y saben lo que quieren de un curso de esta modalidad.
Lo primero que entra por los ojos a la hora de buscar un curso on line, además del precio, es que su diseño sea atractivo, amigable.
Es importante conseguir un equilibrio de diseño en la interfaz entre la sencillez y la claridad, un aspecto atractivo y profesional que transmita credibilidad. No es necesario que el entorno esté recargado, ni sea espectacular, simplemente debe atraer en un primer momento y pasar desapercibido durante el estudio.
Una vez que nos ha gustado el modelo del curso, vemos si es un pasa páginas o nos ofrece algo más, algunos recursos que nos permitan formar parte del proceso de aprendizaje, botones, locuciones, imágenes, esquemas, videos, animaciones, prácticas, juegos, etc. Es importante que un curso de estas características posea elementos que aporten valor adicional al contenido, si no, es preferible leerse un “pdf”.
Todos estos recursos deben estar estructurados, organizados y tener un sentido, el usuario debe saber que ha estudiado y donde se encuentra, la navegación debe ser sencilla e intuitiva.
Los usuarios e-learning desean rapidez, quieren la información y respuestas de manera rápida y, además, quieren que se presente en forma visual e interactiva. Para ellos, es una cuestión de entrar y salir lo más rápido posible. Los usuarios están interesados en información directa, explícita e inmediata, esto significa: sólo la información esencial en el momento justo.
Y lo más importante, calidad en la información, hay que tener en cuenta que el principal objetivo del usuario es adquirir unos conocimientos, todo lo anterior simplemente es para animarle y ayudarle en el proceso de aprendizaje.
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