miércoles, 20 de noviembre de 2013
La técnica del espejo en las entrevistas laborales.
Te va a resultar de una grandísima utilidad, aprender a generar, de manera consciente, sintonía y confianza con tu interlocutor ¿Cómo? A través de la técnica del espejo, extrapolado a las entrevistas laborales.
En qué consiste la técnica del espejo?
Aunque resulte sorprendente de creer, todas las personas ponemos en marcha la técnica del espejo incluso antes de nacer. Esta técnica comienza ya desde el útero materno cuando nuestras funciones orgánicas se sincronizan con las de nuestra madre. Incluso el latido de nuestro corazón también se sincroniza con el latido de nuestra madre. Por tanto, la técnica del espejo consiste en “imitar” aspectos de otra persona.
Cuando dos o más personas se encuentran a gusto entre ellas, hay buena relación, la técnica del espejo se activa de manera completamente inconsciente, pudiendo observar como acaban adoptando las mismas posturas, gestos, si una de ellas bebe la otra persona también, si una cruza una pierna, la otra también. El hecho de que sus cuerpos adopten prácticamente las mismas posturas, refleja el alto nivel, de nivel de sintonía que existe entre dichas personas.
La técnica del espejo consiste por tanto en imitar los gestos de nuestro interlocutor, de modo consciente, como medio de generación de confianza, ya que está comprobado que cuando los gestos y movimientos entre dos personas se parecen, ambas se sienten mucho más cómodas, favoreciendo así su relación.
Aplicar esta técnica de manera CONSCIENTE (siempre y cuando te interese hacerlo) se convierte en una herramienta de gran valor ya que tiene un impacto directo sobre tu interlocutor, haciendo que éste se sienta mucho más a gusto en tu compañía, favoreciendo la sintonía y confianza entre ambos.
Para poner en marcha esta técnica conscientemente, debes tratar de “imitar” los principales gestos y movimientos que haga tu interlocutor. Por ejemplo, si éste se cruza de piernas, crúzate tú también. La clave del éxito de esta técnica es la naturalidad. Bajo ningún concepto debes hacer de mimo de tu interlocutor, éste no se puede dar cuenta de tus intenciones. Para ello, sé sutil y natural e imita los gestos más representativos, no trates de imitar todos ya que tu interlocutor podría darse cuenta.
Etiquetas:
actitudes,
desarrollo profesional,
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