Por ello cuatro jóvenes emprendedores relacionados con la vela y el mundo online han lanzado una plataforma de alquiler de barcos entre particulares que aliviará los gastos de amarre de miles propietarios y que permitirá navegar a muchos aficionados a la vela,que hasta ahora no podían hacerlo.
Se trata del proyecto de Sal a Navegar, que en apenas unos meses de vida ya cuenta con casi 100 embarcaciones ofertadas y unas perspectivas enormes: “vimos una oportunidad de negocio tremenda porque los barcos son activos muy caros de adquirir y mantener, están muy infrautilizados, los precios de alquileres son muy altos y hay muchos más titulados náuticos que amarres disponibles. De hecho, en 2012 menos del 1% de los barcos matriculados fue destinado al alquiler” nos cuenta Octavi Uyà @OctaviUya exgerente de Deloitte, regatista y uno de los creadores de Sal a Navegar.
El resto del equipo esta formado por otros tres jóvenes emprendedores: Eduardo Robsy encargado de desarrollo de la plataforma, Eduard Llovet @ellovet experto en usabilidad y con experiencia en empresas como Doctoralia, eDreams o Infojobs y Roger Llovet, patrón de altura de 31 años y con experiencia en empresas de chárter y de venta de embarcaciones.
“Uno de los valores más importantes del proyecto es seguir fomentando el consumo colaborativo: que los propietarios ganen dinero alquilando sus barcos y los particulares puedan disfrutar del mar a un precio nada desorbitado” afirma Roger.
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