Ocurre a menudo que solemos exigir mucho a los demás, nos disgusta la situación actual y no encontramos nunca la mejor oportunidad para ser felices.
Siempre andamos culpando a otros de nuestras desgracias, conformándonos con lo que se nos viene encima, sin plantearnos que el destino de nuestra vida es algo, precisamente, vivo.
Es fácil sentarse a esperar el cambio, es fácil no asumir responsabilidades, es fácil ser un “parado/a”, se tenga o no empleo…
No puedes elegir la vía fácil. No, me niego a que lo hagas. No puedes seguir conformándote, tú y solo tú eres quien debe provocar el cambio, la oportunidad, la felicidad. Cuesta, y mucho, hoy en día parece que las puertas se nos cierran, pero debes estar ahí atento/a a que una ranura de abra para colarte dentro.
Exígete, no pidas a los/as demás cuando ni siquiera eres capaz de darlo todo por ti. Tú eres quien debe ponerte metas cada vez más altas y luchar por seguir adelante, por no caer, y si lo haces, levantarte las veces que sean necesarias.
Es un momento complicado, eso lo sabemos todos/as, pero no puede ser un motivo para quedarte de brazos cruzados. ¡Deja de poner escusas! ¡Muévete y provoca el cambio!
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